El signo lunar representa nuestro mundo emocional, el cuerpo y las necesidades más instintivas. La posición de la Luna por signo y casa en la carta natal revela cómo buscamos seguridad, cuáles son nuestras necesidades diarias, y dónde encontramos o perdemos nuestra zona de confort.

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La Luna guarda la huella emocional de nuestra infancia y está estrechamente ligada a la relación con la madre o con la figura materna. Es la parte de nosotros que se desarrolla antes de que sepamos quiénes somos (el Sol). Cuando somos pequeños, no tenemos una identidad definida, pero sí sentimos con fuerza: hambre, frío, miedo, ternura, enojo, necesidad de afecto.

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La Luna simboliza nuestro sentido de pertenencia y seguridad, así como nuestras necesidades emocionales más profundas: ser vistos, ser aceptados, ser amados.

Además, la Luna describe el modo en que procesamos nuestras emociones y cómo reaccionamos de forma instintiva ante lo que nos rodea. Es un reflejo de nuestra psique inconsciente y del modo en que buscamos consuelo y contención a lo largo de la vida.

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Comprender tu Luna es comprender tu corazón emocional, tu raíz, y tu manera más íntima de conectar con el mundo.