NEPTUNO EN ARIES

El 30 de marzo de 2025, Neptuno ingresará a 0° de Aries, iniciando uno de los tránsitos más significativos de los próximos años. Permanecerá en Aries hasta el 22 de octubre de 2025, cuando retrogradará brevemente de regreso a Piscis, para luego reingresar definitivamente a Aries el 26 de enero de 2026.

Con una órbita de aproximadamente 165 años, Neptuno no visitaba el signo de Aries desde 1861. Sus ciclos duran cerca de 14 años por signo, por lo que este nuevo tránsito marca el inicio de una era colectiva, cargada de simbolismo espiritual, renovación energética y transformación profunda.

La entrada de Neptuno a 0° de Aries representa un punto de nuevos comienzos para la humanidad, así como para cada uno de nosotros en el área de la carta natal donde se encuentra Aries. Este tránsito inaugura una nueva visión espiritual de la identidad, el liderazgo y la acción.

Neptuno afectará con mayor intensidad a quienes tengan planetas o puntos sensibles en:

• Grados finales de Piscis

• Grados iniciales de Aries

• Grados finales de Géminis / inicios de Cáncer

• Grados finales de Virgo / inicios de Libra

• Grados finales de Sagitario / inicios de Capricornio

  
  

Estos signos, especialmente los cardinales, pueden experimentar sensación de vulnerabilidad, confusión en la autoafirmación, e incluso una disolución del impulso guerrero. Es posible que bajen las defensas emocionales y mentales, dejando al descubierto miedos, ilusiones o expectativas poco realistas. Puede surgir empatía hacia quienes antes considerábamos contrarios, así como la tentación de idealizar caminos sin base concreta.

Sin embargo, Neptuno en Aries también ofrece una oportunidad transformadora: la de conectar con un nuevo tipo de valentía. Una que no se basa en la lucha externa, sino en el coraje interno de soñar, de creer, de liderar desde la fe y la intuición.

Este tránsito enciende la mente subconsciente colectiva, impulsándonos a imaginar nuevas formas de afirmación, acción y propósito. Es hora de redefinir qué significa luchar... y por qué vale la pena hacerlo.